¿De dónde proviene el agua que llega a nuestros hogares?

Acciones diarias tan simples como la preparación de alimentos, lavado de utensilios, regar las plantas o el aseo personal requieren del uso de agua. En Ecuador, la principal fuente de este recurso proviene de los ecosistemas del páramo, incluso la mayor parte de los ríos del país tienen su origen en estos ecosistemas.

Los páramos ocupan el 7% del territorio nacional y poseen gran importancia principalmente por que permiten la dotación de agua dulce a millones de personas. Estos ecosistemas son conocidos por su belleza escénica pero su valor va más allá, puesto que contribuyen en el desarrollo económico, social y cultural de una población.

Características de los páramos

Los páramos ecuatorianos son ecosistemas frágiles que se caracterizan por sus extremas condiciones

climáticas y topográficas, se encuentran por sobre los 3,000 m.s.n.m. a lo largo de los Andes. Ecuador posee una extensión de aproximadamente 12,000 km2 de cobertura de páramo. Dos de sus servicios ecosistémicos más importantes son: la regulación hídrica y el almacenamiento de carbono, este último ha permitido la denominación de los páramos como “sumideros de carbono” que ayudan a la mitigación del cambio climático (Hofstede et al., 2003).

Además, los páramos son el hogar de una gran cantidad de especies endémicas tanto de animales (oso de anteojos, cóndores, venados, etc.), así como plantas (almohadillas, pajonal, rosetas gigantes, etc.).

Amenazas que enfrentan los páramos

A pesar de las contribuciones que estos ecosistemas nos brindan, amenazas de origen natural, pero sobre todo amenazas antrópicas ponen en riesgo su conservación. Esto al causar efectos negativos en las propiedades físicas y químicas del suelo, cambios en la cobertura vegetal y con ello pérdida de biodiversidad (Buytaert et al., 2006; Hofstede et al., 2014). Las principales amenazas son:

1. Agricultura: inicialmente la productividad de los cultivos en suelos de páramo es alta, atribuido a la cantidad de materia orgánica y nutrientes que lo componen. Sin embargo, a los pocos años aparece un notable empobrecimiento del suelo reflejado en una baja productividad, por lo que los agricultores amplían cada vez más la frontera agrícola ocupando zonas de páramo. Además, tras el proceso de cosecha de ciertos cultivos se emplean quemas para el desbroce del terreno que muchas veces conllevan al desarrollo de incendios forestales de rápida propagación.

2. Ganadería: el impacto de esta actividad está relacionado al sobrepastoreo que afecta directamente al suelo de páramo debido a que el ganado consume altas cantidades de cobertura vegetal, a su vez existe afectación por la compactación del suelo al pasar el ganado sobre zonas de páramo causando que este disminuya su capacidad de retención de agua.

3. Minería: representa una gran amenaza por la alteración de la topografía y unidades geomorfológicas que influirán directamente en el sistema hídrico, además que con el desarrollo de esta actividad se presentan problemas de contaminación del agua y suelo.

4. Expansión urbana: actualmente existe una descontrolada expansión urbana que se presenta a través de un crecimiento informal y no planificado de la periferia. A pesar de que los páramos se encuentran por sobre los 3,000 m.s.n.m. cada vez hay asentamientos humanos ocupando zonas de páramo.

5. Cambio climático: la principal afectación es que zonas de alta montaña experimentan cambios de temperatura más rápida que zonas con elevaciones bajas, causando daños al suelo, cobertura vegetal y aportando positivamente a la pérdida de especies de flora y fauna.

Conservación de los páramos en Ecuador

El 23 de junio del 2021 se celebró el Primer Día Nacional del Páramo en nuestro país, y representa un gran logro para instituciones vinculadas al uso, protección y conservación de estos ecosistemas. En la actualidad, la conservación de los ecosistemas de páramo en nuestro país ha tomado mayor fuerza con iniciativas entorno a mejorar la gestión de los recursos hídricos que contemplan la implementación de nuevas áreas de conservación hídrica, financiamiento en investigaciones que se desarrollan en zonas de páramo y el interés de sumar esfuerzos de más gobiernos locales.

Sin embargo, aun hay trabajo por realizar, en especial en la construcción de políticas de conservación que vincule al sector académico-científico que pueden aportar sus hallazgos a través de la investigación. Además,  el involucrar a las comunidades locales, indígenas y campesinas en conjunto con los hacedores de políticas es clave para establecer políticas basadas en evidencias, pero sobre todo que sean sostenibles. La conservación de los páramos es trabajo de cada uno de nosotros al involucrarnos y exigir que se lleven a cabo medidas que nos garanticen la conservación de estos lugares, pero sobre todo en el uso consciente de este recurso desde casa. Podemos optimizar el uso de agua al lavar el auto con una cubeta en vez de usar una manguera, también reduciendo el tiempo al tomar una ducha, cerrando el grifo al cepillar nuestros dientes o el uso de una regadera para poner agua en el jardín. Recuerda que el agua es vida y cada gota de agua cuenta, con pequeñas acciones podemos hacer grandes cambios.

Referencia bibliográfica

Buytaert, Wouter, Célleri, R., De Bièvre, B., Cisneros, F., Wyseure, G., Deckers, J., & Hofstede, R. (2006). Human impact on the hydrology of the Andean páramos. Earth-Science Reviews, 79(1–2), 53–72. https://doi.org/10.1016/j.earscirev.20 06.06.002

Hofstede, R., Segarra, P., & Mena, P. (2003). Los Páramos del Mundo. Proyecto Atlas Mundial de los Páramos. Global Peatland Initiative (NC-IUCN) Eco Ciencia. Quito. Recuperado de: www.flacsoandes.edu.ec

Hofstede, R., Calles, J., López, V., Polanco, R., Torres, F., Ulloa, J., Vásquez, A. & Cerra, M. (2014). LOS PÁRAMOS ANDINOS ¿Qué Sabemos? Estado de conocimiento sobre el impacto del cambio climático en el ecosistema páramo. UICN, Quito, Ecuador. Recuperado de: www.uicn.org/sur